BIENVENID@S

¡Vamos a hablar de filosofía!
Y para que veáis que esto va en serio, empezaremos resolviendo las tres preguntas básicas que se formula cualquier ser humano:

¿QUIÉNES SOMOS?
• Celia: Especialista en producción audiovisual.
• Cristian: Documentalista.
• María: Diseñadora gráfica y experta en informática.
Un trío muy heterogéneo, y esto puede hacer que la experiencia resulte enriquecedora.

¿DE DÓNDE VENIMOS?
De Florida, donde cursamos 1º de Bachillerato.
 

¿HACIA DÓNDE VAMOS?
Pretendemos desarrollar a través de este blog distintos proyectos sobre filosofía.
Para este primer trabajo hemos escogido la ÉTICA DEL DEBER O FORMALISMO KANTIANO. (No está mal para empezar…)

Pero, qué sentido tendría esto si no dejamos la puerta abierta al debate, al intercambio de conocimientos…

PARTICIPAD Y ESTAREMOS HABLANDO DE FILOSOFÍA EN ESTADO PURO.

3, 2, 1 ¡DESPEGAMOS!


Aquí tenéis la explicación del proyecto de este trimestre:













KANT: SOBRE ÉL EL CIELO ESTRELLADO Y EN ÉL LA LEY MORAL.

El filósofo más representativo y el primero que introdujo la perspectiva deontológica en la moral es Immanuel Kant nacido en 1724 en la ciudad báltica de Könisberg. Éste es considerado por muchos como el pensador más influyente de la era moderna.

Al finalizar sus estudios en el Gymnasium sus maestros todavía no habían despertado en él el más mínimo interés filosófico, pero más tarde ingresó en la facultad de filosofía de su misma ciudad. Con el transcurso del tiempo llegaría a convertirse en el gran revolucionario de las teorías éticas.

Posteriormente, en 1770 consigue la cátedra de lógica y metafísica, que le aporta una estabilidad económica que le permitiría dedicarse de pleno a la filosofía. A partir de este momento, y durante casi once años, se dedicará intensamente a la reflexión y elaboración de su filosofía trascendental, apartándose progresivamente del racionalismo. Dicha reflexión se convertirá en la primera de sus grandes obras, la Crítica de la razón pura que publicó en 1781.

Esta obra fracasó y el propio Kant convencido de que la mayoría de sus lectores la habían encontrado incomprensible y aburrida publicó en 1783 los Prolegómenos a toda metafísica futura que haya de poder presentarse como ciencia, donde intenta abreviar y condensar la primera obra para poder lograr un reconocimiento mayor. No obstante y contrariamente a su intención, la suerte de esta obra fue similar a la que había tenido su primera obra, la Crítica.

Unos años depués, en 1787 su pensamiento empieza a aceptarse hasta el punto de convertirse en uno de los pensadores de mayor influencia en Alemania, de esta forma en 1788 vuelve a publicar otra obra, la Crítica de la razón práctica en la que ya expone de un modo más técnico y riguroso el uso práctico o moral de la razón.

Su tercera crítica, la Crítica del juicio aparece en 1790 y se ocupaba de la teoría del gusto y de la teleología.
Gracias a estas publicaciones, a lo largo de los años su fama fue creciendo llegando a ser miembro del senado universitario, rector y decano de la facultad de filosofía, académico en Berlín, San Petersburgo y Viena. A partir de 1899 el filósofo fue debilitándose hasta que en 1804 falleció.




Esta es la tumba de Kant que se encuentra fuera de la Catedral de Königsberg, actualmente Kaliningrado. En ella podemos ver el epitafio que fue extraído de la Conclusión de la Crítica de la razón práctica:
“Dos cosas llenan el ánimo de admiración y respeto, siempre nuevos y crecientes, cuanto con más frecuencia se ocupa de ellas la reflexión: el cielo estrellado sobre mí y la ley moral en mí”.



FORMALISMO KANTIANO: EL DEBER Y LA RAZÓN HUMANA.

Las éticas deontológicas son las que fundamentan la acción moral en el deber, es decir, una acción es buena moralmente si se efectúa sólo porque es un deber el realizarla y no por otros motivos como pueden ser la utilidad, el miedo a las consecuencias desencadenadas, la esperanza de un premio, el placer...
Estas éticas sostienen que el deber que motiva la acción moral proviene de la norma moral que, a su vez, encuentra su origen y fundamento en la propia razón humana.

A lo largo de la historia ha habido diversas doctrinas éticas deontológicas, pero la más importante y la que vamos a tratar en esta ocasión es la ética del filósofo alemán I. Kant.

Kant critica todas las demás éticas por considerarlas materiales, y no formales como la que él defiende. De esta forma el filósofo Alemán critica a las éticas por ser empíricas, es decir, sus normas y su contenido se basan en la experiencia, mientras que en la ética formal es a priori ya que la experiencia no le es útil a todo el mundo.

También las critica porque son hipotéticas ya que sus preceptos son condicionales porque dicen qué medios hay que poner en juego para conseguir un fin determinado. En este caso la ética formal defendida por Kant es categórica porque sus juicios deben ser absolutos.

Por último las éticas materiales son heterónomas, en las que la voluntad del sujeto bien puede venir determinada desde fuera, siguiendo las costumbres o usos sociales, o determinada desde dentro, siguiendo sus inclinaciones o deseos y no su razón, al contrario que la ética formal que es autónoma porque es el sujeto el que debe darse a sí mismo su ley con la sola determinación de su razón.

La ética kantiana se estructura en torno al principio de actuar conforme al deber, el cual se determina en función de criterios estrictamente racionales.

Esta ética del deber no dice lo que hay que hacer en cada momento o situación sino que nos proporciona la forma o estructura racional que debe tener cualquiera de nuestros actos para que sean morales: sólo se indica un motivo formal a la voluntad, válido para todo hombre y para cualquier ocasión.

El formalismo kantiano pretende, por consiguiente, ser universal y necesario: en él no cabe el interés propio ni el egoísmo, sino sólo la buena voluntad de actuar de acuerdo con el deber.

De esta forma si queremos una ética universal que valga para todos y para todo tiempo, una ética para la cual lo que es bueno o malo no depende del momento o de las circunstancias o del interés individual, entonces tenemos que fundamentarla en un principio al que Kant denomina IMPERATIVO CATEGÓRICO que es formal, es decir, vacío de contenido y en el que se postulan acciones buenas en sí mismas sin que sean medios para otros fines, sin estar sometidas a condición ninguna y que formula del siguiente modo:

• “Obra sólo según aquella máxima que puedas querer al mismo tiempo que se torne ley universal".

• “Obra de tal modo que uses la humanidad, tanto en tu persona como en la de los demás, siempre como un fin en sí mismo y nunca como un medio“


Este enlace os puede ser últil por si no entendéis algún concepto o palabra relacionados con el tema -> VOCABULARIO KANT
Aquí también os dejamos una muy buena presentación sobre Kant y su ética del deber donde podréis encontrar más información, datos cronológicos y ejemplos que siempre facilitan mucho más la comprensión del tema:



EL IMPERATIVO SEGÚN KANT

“En cambio, el único problema que necesita solución es, sin duda alguna, el de cómo sea posible el imperativo de la moralidad, porque éste no es hipotético y, por tanto, la necesidad representada objetivamente no puede asentarse en ninguna suposición previa, como en los imperativos hipotéticos. Sólo que no debe perderse de vista que no existe ejemplo alguno y, por tanto, manera alguna de decidir empíricamente si hay semejante imperativo; precisa recelar siempre que todos los que parecen categóricos puedan ser ocultamente hipotéticos. Así, por ejemplo, cuando se dice: “no debes prometer falsamente”, y se admite que la necesidad de tal omisión no es un mero consejo encaminado a evitar un mal mayor, como sería si se dijese: “no debes prometer falsamente, no vayas a perder tu crédito al ser descubierto”, sino que se afirma que una acción de esta especie tiene que considerarse como mala en sí misma, entonces es categórico el imperativo de la prohibición. Mas no se puede en ningún ejemplo mostrar con seguridad que la voluntad aquí se determina sin ningún otro motor y sólo por la ley, aunque así lo parezca, pues siempre es posible que en secreto tenga influjo sobre la voluntad el temor de la vergüenza, o acaso también el recelo oscuro de otros peligros. ¿Quien puede demostrar la no existencia de una causa, por la experiencia, cuando ésta no nos enseña nada más sino que no percibimos la tal causa?”

I. Kant, Fundamentación de la metafísica de las costumbres, Capítulo segundo. Ed. Espasa-Calpe, Colección Austral, Madrid

El anterior texto es un fragmento extraído del segundo capítulo de la obra Fundamentación de la metafísica de las costumbres que Immanuel Kant escribió. En éste el tema reflejado por el autor son los imperativos morales defendidos por él mismo y las diferencias con los materiales, y por tanto la corriente ética a la que hace referencia es al formalismo kantiano.
El periódico histórico al que pertenece es al siglo XVIII, es decir, la misma época donde tuvo lugar la Ilustración.

 

Por otra parte la idea principal es que el imperativo de la moralidad debe ser categórico, es decir, la acción propuesta por el mandato es buena en si misma independientemente de sus consecuencias.

Las ideas secundarias que aparecen en el texto son por una lado que se puede confundir como categórico un imperativo que realmente es hipotético, si la acción realmente se lleva a cabo para “evitar un mal mayor”. Y que resulta imposible demostrar, en base a la experiencia, que no existe una causa, que no tiene acción, sólo que no se percibe.

Por último, en cuanto a la importancia que tiene la filosofía kantiana en la modernidad hay que tener en cuenta sobre todo la faceta de la concepción que Kant tiene del mundo, la parte racional de su filosofía influye en la ciencia actual, que se basa en una contemplación de los fenómenos sin quedarse simplemente en la observación, sino en aclarar POR QUÉ un fenómeno u otro se da, es por tanto empirismo y racionalismo radicales, y así es la ciencia actualmente.
También concepciones políticas tan modernas como lo son el socialismo o el comunismo fueron inspiradas gracias al “idealismo alemán”, doctrina filosófica que exagera el sujeto en el conocimiento de tal manera que llega a prescindir por completo del objeto y afirma que éste, las cosas y el mundo no son más que proyecciones de nuestro pensamiento, de modo que la realidad no sólo existe en el espíritu, sino que es formada por éste.



EL DEBER POR EL DEBER

En la actualidad numerosas acciones que llevamos a cabo están guiadas por la acción moral que proponen las éticas deontológicas.

Para ver cómo este tipo de ética está presente en nuestro entorno proponemos la siguiente noticia extraída del periódico "El País":

AGENCIAS - Barcelona - 17/09/2007
El ‘violador de la Vall d’Hebron’ saldrá de prisión el próximo sábado.

La Audiencia de Barcelona ha desestimado por segunda vez el recurso interpuesto por la Fiscalía para evitar la excarcelación y alargar la condena de José Rodríguez Salvador, conocido como el violador de la Vall d'Hebron, que quedará en libertad el próximo sábado 22 de septiembre. Rodríguez Salvador habrá cumplido entonces 16 de los 311 años a los que estaba condenado por 16 violaciones, pese a que los psicólogos que le han tratado consideran que no está rehabilitado.
El auto de la sección quinta de la Audiencia argumenta que la petición del Ministerio Fiscal es contraria a la Constitución e "impropia de un Estado Democrático", ya que no parece "razonable" que un penado no sepa con certeza el límite de cumplimiento máximo de su pena.
"En ese caso no tendrá garantizados derechos fundamentales tales como el de la integridad moral y el de la proscripción absoluta de que se le apliquen penas o tratos inhumanos", afirma la Audiencia, que de esta manera da luz verde a la salida de la cárcel de José Rodríguez Salvador, quien fue condenado por dieciséis agresiones sexuales.
La Fiscalía había presentado en julio un recurso de súplica en el que pedía que se aplicara al recluso la denominada doctrina Parot para que los beneficios penitenciarios para este preso se aplicaran a cada una de sus condenas, en vez de al límite máximo de estancia en prisión, que en su caso es de veinte años.
El objetivo del fiscal era alargar la condena de Rodríguez Salvador, tras conocerse que los psicólogos que han tratado al condenado en la cárcel de Quatre Camins alertan en su informe de que el preso corre un alto riesgo de reincidencia futura.
El tribunal, sin embargo, recuerda que el actual ordenamiento jurídico no permite alargar una condena por un "potencial riesgo de reiteración delictiva", y considera que la invocación de la doctrina Parot debe tomarse como un "mero instrumental sacado de contexto”, ya que el tema que se plantea "no guarda mínima relación" con la misma. [...]

En un Estado de Derecho, la justicia se debe aplicar por igual a todos sus ciudadanos. En este caso concreto, los tribunales han aplicado el ordenamiento jurídico vigente garantizando los derechos fundamentales del condenado, independientemente del riesgo conocido de reincidencia.



Por otra parte la organización médico-humanitaria, Médicos Sin Fronteras lleva en marcha desde 1971 aportando su ayuda a poblaciones en situación precaria y a víctimas de catástrofes de origen natural o humano y de conflictos armados, sin discriminación por raza, religión o ideología política.



“Cada día traspasan fronteras, luchan contra enfermedades que ya nadie recuerda, trabajan para salvar vidas, con independencia de poderes políticos y económicos”.

Podríamos considerar a esta ONG como un claro ejemplo del fiel cumplimiento del Código Deontológico de los profesionales médicos, que dice en su artículo 4º, párrafo 1:
“La profesión médica está al servicio del hombre y de la sociedad. En consecuencia, respetar la vida humana, la dignidad de la persona y el cuidado de la salud del individuo y de la comunidad, son los deberes primordiales del médico”.


Ponen en riesgo sus propias vidas ofreciendo asistencia médica y no les mueve otro interés que la voluntad de salvar vidas.