PARA AMPLIAR VOCABULARIO

Antes de comenzar necesitamos tener los conceptos claros para poder adentrarnos en la historia de la teoría del conocimiento, por eso hemos realizado un glosario que engloba las ideas fundamentales.

SABER O NO SABER, ESA ES NUESTRA CUESTIÓN

Este es el principio del final del curso, y éste el último proyecto del año. Para acabar vamos a realizar una serie de actividades que nos ayudarán a resolver nuestra particular cuestión, ¿el saber es posible?


Para que os vayáis situando os dejamos este mural interactivo realizado por nuestra profesora de filosofía, Ana Estela i Gallach, donde se explican las diferentes actividades propuestas.

ÚLTIMA PARADA: EL OLIMPO

Ésta es la última actividad del proyecto "Los dioses deben de estar locos", y para ello hemos utilizado una nueva herramienta, GLOGSTER. Gracias a ésta hemos elaborado un mural interactivo, un glog, que recoge las cuatro últimas actividades. 
Os invitamos echarle un vistazo antes de finalizar este viaje por el mito y la racionalidad.

EL LOGOS LAUREADO

La gente ya ha llegado a Olimpia, todos están ocupando sus localidades, entre ellos se encuentran los políticos de alto rango que aprovecharán la ocasión para entablar relaciones entre las ciudades, comerciantes, artistas y poetas que amenizarán las noches, espectadores y, cómo no, Tales de Mileto, Heráclito y Parménides.
Están a punto de comenzar los juegos Olímpicos, los participantes están listos para empezar las carreras y los lanzamientos de jabalina, ¿quién conseguirá la fama y el prestigio que conlleva la victoria?
Que empiece el espectáculo…










"Regresa con tu escudo o sobre él".

Después de ver las diferencias entre los relatos míticos y las explicaciones racionales pasamos a la tercera actividad del proyecto donde a partir de la elección de la muerte trágica de un soldado hemos intentado acercarnos lo más posible a la mitología griega.

Imaginad que es el propio Homero el que os cuenta esta historia, ambientada en la guerra de Troya, en medio de una gran fiesta popular en el centro de la antigua Grecia.

Pasen y lean…

Siglo XII a.C, las espadas de los soldados griegos han probado la sangre de miles de poblaciones enemigas,  ahora, conquistadas. El rey Agamenón, en su afán de dominar definitivamente todo el mar Egeo, decide zarpar a Troya con más de 100.000 hombres a su disposición. Para ello, aprovecha la ofensa causada por Paris contra su hermano Menelao: huir con Helena a su ciudad natal, Troya.                  
Antes de poner rumbo a tierras enemigas, Agamenón realiza una consulta al consejo de sacerdotes de Ares, el dios de la guerra. Las previsiones son totalmente favorables, ya que la deidad bélica ha favorecido a cada uno de los soldados de su magnánimo ejército con la fuerza física y espiritual necesarias para afrontar el encuentro. Además, la diosa Atenea les ha aportado  la astucia y la sabiduría para que sean capaces de construir una buena estrategia.

Por otra parte, los troyanos, despreocupados de la situación, se dedican a realizar fiestas en honor a su máxima deidad: Apolo, el dios del Sol. Motivados por los múltiples rituales en su honor, el nivel de creación artística y el ámbito de la medicina ha mejorado en la ciudad.
Es entonces cuando uno de los guardias apostados en una de las torres de las grandes murallas de Troya, divisa en el horizonte un mar de velas blancas. Se alerta a la población y se prepara una avanzadilla liderada por Arkantos, uno de los guerreros más fuertes y astutos de Troya.

Aquiles y los mirmidones desembarcan en la playa, es entonces cuando las tropas troyanas se lanzan a la carga: la escaramuza ha comenzado. Inmerso en el fragor del combate, Arkantos comienza a sentirse mal, como consecuencia del brebaje bebido en honor a Apolo durante la noche anterior. Es entonces cuando un inexperto soldado griego, aprovecha la situación para empalar a Arkantos quien logra esquivar en su mayoría la lanza, pero cae el suelo y se golpea contra un escudo.
Con este trágico fin, los troyanos retiran a su valeroso capitán del combate y lo llevan de vuelta a la ciudad. Por otra parte, los griegos sacrifican un cordero en honor a Ares por la victoria.

Arkantos se recupera de sus heridas de forma inmediata, gracias a las continuas oraciones y rituales realizados por los sacerdotes de Apolo.
Una sombra se cierne sobre la ciudad de Troya: los griegos han comenzado el asedio total, utilizando trabucos y balistas bañadas con sangre de caballo, a fin de que derriben las murallas.

El rey Príamo ordena el contraataque, liderado otra vez por Arkantos. El ejército griego recibe la acometida de lanzas y flechas troyanas, aunque no sirvan de nada, ya que Ares ha favorecido de nuevo al ejército de Agamenón: las piedras catapultadas por los trabucos han abierto brecha en la muralla, causando el terror entre las filas troyanas. Arkantos, envuelto en una nube de polvo, recibe el impacto de una flecha en su pecho, provocándole una sensación de dolor interminable.

Los pocos soldados troyanos que permanecen en el campo de batalla, huyen despavoridos. El rey Príamo convoca una reunión con sus sacerdotes, en la cual llegan a la conclusión de que el rey de la guerra está descontento, molesto por la poca atención que le han prestado. De nada han servido las fiestas pomposas en honor a Apolo. 




Es hora de bajar del Olimpo y poner los pies en la Tierra.

Por una parte, en el primer encuentro entre el ejército de Agamenón  y los troyanos, Arkantos resulta herido debido al golpe sufrido por la caída provocada por uno de los griegos. En el mito este hecho se le atribuiría al poder de Ares, que ayuda Agamenón, y al que incluso los griegos le ofrecen un cordero sacrificado como muestra de agradecimiento. No obstante es pura coincidencia que el inexperto soldado consiguiese alcanzar a Arkantos y que éste se desplomase.

Por otro lado, ya en el segundo enfrentamiento, las piedras catapultadas por los trabucos de los griegos y el impacto de una de sus flechas en el pecho de Arkantos, provocan el desfallecimiento del troyano. Toda esta serie de acontecimientos se produce gracias a la multitud de recursos y a la espléndida preparación física del ejército de Agamenón, y no como consecuencia de los rituales y ofrendas al dios Ares y a Atenea, diosa de la sabiduría y la astucia en la mitología griega.

La herida en el pecho fruto del impacto hace que Arkantos comience a sentir un fuerte dolor y que se le empiece a producir una hemorragia. A causa de esta pérdida de sangre posiblemente entraría en shock hipovolémico que posteriormente causaría la muerte del soldado.

Ahora sabemos que como primeros auxilios lo adecuado sería presionar directamente para cohibir la hemorragia y más tarde realizar una transfusión de sangre.
Sin embargo, Arkantos se quedó sólo en el campo de batalla, muriendo lentamente debido únicamente a la huida de sus compañeros y a los pocos avances en medicina de la época, que seguramente hubiesen resultado mucho más poderosos que cualquier ser inmortal. 





¿POR QUÉ PREGUNTAMOS?

¿Cómo surgió el cosmos?, ¿Por qué nacemos? ¿Por qué morimos?, ¿Qué sentido tiene la vida?, ¿Por qué el ser y no la nada?, ¿Por qué debemos obedecer normas en las que no creemos?, ¿Qué es la justicia? 
¿Existe dios?

Con estas preguntas y muchas otras apareció la filosofía.

Todas estas primeras cuestiones y reflexiones se remontan a la Grecia del siglo VI a.C., donde los primeros filósofos empezaron a dudar, debido a unas causas económicas, políticas y culturales, tanto de las mágicas explicaciones que daban los mitos como de las pautas de conducta que proporcionaban.
Para esto lo primero que debieron de saber los griegos es que no sabían y que en esa situación el único modo que tenían era dejar de un lado lo que habían aprendido de los mitos, y empezar a pensar por sí mismos.
Esta aceptación de saber que no sabían nada fue lo que provocó el paso del mito al logos. A partir de este momento, el ser humano comienza a observar y a analizar la naturaleza intentando descubrir en ella las causas de los acontecimientos, y para ello en lugar de hablar de divinidades empieza a inventar conceptos, muchos de los cuales nos han llegado hasta el día de hoy.
La filosofía y el uso de la razón aparecen para solucionar dos problemas fundamentales: la comprensión del mundo y la guía y disciplina de la conducta para la vida buena y feliz.

Nosotros, herederos de estas intenciones, seguimos ensayando este proyecto con mayor o menor éxito, con todo un sin fin de preguntas, algunas con respuesta y otras sin ella.

De lo que sí estamos seguros y seguras es de que la filosofía tuvo un principio pero no un final, o al menos hasta que el ser humano permanezca en la Tierra puesto que tenemos la buena costumbre preguntarnos: ¿POR QUÉ?


Os dejamos estos dos vídeos, el primero para situar el comienzo de la filosofía en Grecia y el segundo para ver los numerosos progresos del ser humano a lo largo de los siglos a partir del pensamiento crítico:



ZEUS vs EINSTEIN

Después de un largo recorrido por el sendero de la Globalización, desviamos el rumbo hacia otro destino: la lógica, un nuevo tema que nos aportará de forma segura nuevos conocimientos, con la finalidad de expander nuestro saber.

Tras una introducción en el mundo de la racionalidad, entramos de lleno con un nuevo proyecto, propuesto por el      profesorado de la asignatura de Filosofía: realizar una serie    de  actividades, en las que trataremos principalmente sobre la mitología y la explicación racional. El proyecto se llama "¡Los Dioses deben de estar locos!".


Os dejamos aquí el GLOG, realizado por las profesoras en prácticas, como primera guía con toda la información sobre las diferentes actividades:





Nuestra primera actividad consiste en completar un esquema en el que se distingan las principales características entre la mitología y la explicación racional.

Es cierto, que, la mitología siempre ha estado presente en muchos aspectos: en el cine, la literatura, videojuegos, música y de forma simultánea en todos los continentes, con sus respectivas ciudades y pueblos. Existe un sinfín de variedades mitológicas, dependiendo de cada cultura, pero si algo tienen en común, es el hecho de que cada una de esas civilizaciones ha intentado encontrar un por qué a los sucesos naturales, una explicación.

Por otra parte, hemos logrado avanzar medianamente bien a lo largo de la historia, gracias a un progreso científico continuo, que nos ha permitido abandonar las primitivas explicaciones divinas y decantarnos por establecer teorías, experimentar y jugar con la Naturaleza.

Como se suele decir, más vale una imagen que mil palabras, por lo que os presentamos un  esquema, que sintetiza los aspectos más importantes de la mitología y la racionalidad:


¿Quién dijo que superar a los dioses  era imposible?